martes, 13 de julio de 2010

SANACION CUANTICA VIBRACIONAL (Inicios Explicativos)

La energía fotónica es un nuevo poder milagroso que es la cura para todas las enfermedades de nuestro viaje aquí en el plano Terrestre. Podemos usar al fotón para traer la fuerza del espíritu al frente de nuestro viaje, para lograr la paz interior que transforma.
A un nivel práctico, andando el tiempo vamos a hacer funcionar nuestros vehículos con fotones y vamos a curar las enfermedades más personales que limitan a nuestro viaje. Los fotones pueden hacer que un simple dolor de cabeza desaparezca, o que se relaje un calambre severo.
Para aquellos de ustedes que son escépticos, el escepticismo será dispersado en el momento en el que necesiten esta energía mágica, y recuerden de inspirarla dentro de su forma física.
¿Qué sería la peor cosa que podría suceder si se olvidan de esta simple práctica de respirar fotones? Quizás, como la mayoría de nosotros cuando sentimos dolores, ustedes simplemente se olvidaron de inspirarla, privando a su cuerpo de esta energía mágica, y en cambio toman una aspirina o dejan que la Madre Naturaleza se ocupe de su calambre.
Queda por sentado que sería mejor que regulen su cuerpo mediante la respiración pránica del fotón. De esa forma, el dolor de cabeza o el calambre desaparecerían de forma “mágica”. De hecho, si sienten que su vida se les va escapando, ustedes la pueden recuperar con toda la forma, mediante la respiración pránica. ¡Es su elección, su vida!

¿Cómo puedo hacer esto?
KIRAEL:Esto opera en base a las líneas de luz de la particularización. Una célula fotónica puede enviar su energía desde una punta del universo a la otra, conectarse con otra célula fotónica y entregar la misma masa de energía que tenía cuando comenzó.

¿Cómo afecta la respiración pránica y la energía fotónica al viaje del individuo en este sentido?
KIRAEL: Aquí va algo que no he compartido con anterioridad. Cuando se jala la energía a través del chakra de la corona en la práctica de la respiración pránica, también penetran partículas fotónicas a la célula que llamamos la célula de Dios, la célula de la Luz de Dios, o sea como sea que les guste llamarla. A los científicos les gusta verla como una célula fotónica.

Las partículas de luz fotónicas son una equivalencia vibratoria exacta de la célula Divina en su glándula pineal, por consiguiente, esa célula de signatura se registra con la nueva energía. Está en busca de una acumulación de células que no están vibrando a lo más alto de la experiencia humana. En esencia, busca acumulaciones de células desorientadas y lleva la presencia fotónica hacia esa área. Así que, si durante la sanación, ustedes llevan las fuerzas de la luz a ese espacio mediante la respiración pránica, el fotón llevará la luz pránica hacia el mismo, junto con una gran cantidad de energía de luz fotónica. Esta colección de energía pránica y fotónica iluminarán y sanarán la acumulación.

Sin embargo, tienen que comprender que la acumulación de células desorientadas de la que hablo tuvo sus comienzos en una de las células místicas que comenzó este proceso especial. Esta célula mística – nosotros lo llamamos místico porque aún es un misterio cómo se las arregla para controlar y juntar energías similares hacia sí – dentro de la masa que es casi inmune a la energía fotónica. El fotón tiene que mostrar la parte mágica de la célula de signatura, la cual es el recordatorio divino de su propia perfección, lo que fue con anterioridad a estar desorientada.

A través de la energía del fotón, a través de la energía de la luz pránica y a través del pensamiento del sanador dirigiendo la energía, una vez que estas tres cosas se juntan, todas las fuerzas entran en movimiento para corregir y reorientar la célula para el mundo físico.

Recuerden que en mi manifestación de apertura dije que un producto de la Luz, tal como la luz fotónica o la luz celular puede proyectarse a través del universo. Bien, durante algunas cirugías, mientras que el doctor quita esa masa de células, la célula mística desorientada proyecta su energía hacia otra célula en el cuerpo y espera que el médico complete la cirugía, y luego se vuelve a unir ella misma. Por consiguiente, no ha sido sanado.

No sé cuanto de esto ustedes lo comprenden, pero algún día les será claro que a través de la oración, meditación, sanación energética, y los Diez Principios, la gente puede ser sanada. Cuando combinan las energías sanadoras del plano de la Tierra, lo que es el mundo de su médico, con la de su plano etérico, que es lo que ustedes son, la sanación se puede producir. Esto también es la razón por la que alguna gente se sana y otra no. ¿Lo pueden comprender? Lo que acabo de mos-trarles es como la energía fotónica, la energía pránica, el sanador y el médico se pueden unir en una sanación de los cuatro cuerpos.

¿Podría ir yo directamente a la célula de signatura o célula Divina en la glándula pineal y hablarle al área enferma del cuerpo para realzar el proceso de sanación?
KIRAEL: Ciertamente. Al activar la glándula pineal en donde existe su célula Divina, usted puede estar en plena comunicación, no solamente con la presencia física que ustedes son, sino con la parte más elevada suya, su luz esencial. Es por lo que he dicho una y otra vez, que es bueno activar la glándula pineal a través de la respiración pránica antes de comenzar sus viajes de sanación. Una vez que activen esto y ella reconoce que ustedes están aquí para sanar, ella trabaja con las células fuera de la acumulación para reflejar de regreso luz dentro de la masa y hacia la célula mística. Por consiguiente, tendrán una sanación inmediata.

Recuerden, el viaje de sanación depende de la fuerza de la masa o acumulación y de la intensidad del plan de lecciones. Esto es lo que determinará si ustedes sanan la masa o no. También recuerden, que en la misma trama de luz, la célula mística sabe que debe crear y hacer crecer la masa. Sin embargo, si usted tiene un sanador trabajando con esa persona y el sanador de hecho retiene tanta luz en las otras células, la célula mística tendrá un tiempo difícil para reclutar células no sanas. Por consiguiente, se desacelera el crecimiento. Al reactivar y mantener una fuerza vigilante de energía sobre la glándula pineal, usted verá que puede revertir el desarrollo de la masa.

¿Entonces una persona puede sanarse a si misma simplemente haciendo respiración pránica, sin un sanador?
KIRAEL: Es posible, sin embargo le aseguro que la persona promedio generalmente entra en pánico cuando le dicen que hay una masa en su cuerpo. Este miedo entonces influye en la voluntad y en la palabra, lo que le ayuda a la masa a encontrar energía para la célula mística. Así que, es poco probable que usted lo llegue a hacer demasiado bien por si solo, aunque ciertamente lo puede, pero tampoco lo hará.

¿Podría explicar la diferencia entre la luz pránica, energía fotónica y la luz que el sanador podría canalizar?
KIRAEL: Mi primera respuesta sería que es imposible explicar la diferencia dado que todas ellas son la Fuerza del Creador, toda la Luz de la Creación. El deseo más grande de la Fuerza del Creador es el de crear. Por consiguiente, desarrolla su propia forma de energía, la cual se emplea en muchas formas. La energía fotónica del Creador lleva la fuente de información. La luz pránica lleva la fuen-te de actividad. La luz sanadora lleva la fuente de fusionar a todas las otras luces.

Seguiré exponiendo los principios y los modos de trabajo de esta nueva técnica en las publicaciones sucesivas.
Lic. Ma. Paula

El texto en relación ha sido recortado de Maestro Guía Kirael a través de la amorosa mediumnidad de Kahu Fred Sterling.

LAS MUJERES, SU ENERGÍA Y SU PODER

Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor "del fuego"

Alguien me dijo que no es casual...que desde siempre las elegimos.
Que las encontramos en el camino de la vida, nos reconocemos y sabemos que en algún lugar de la historia de los mundos fuimos del mismo clan.
Pasan las décadas y al volver a recorrer los ríos esos cauces, tengo muy presentes las cualidades que las trajeron a mi tierra personal. Valientes, reidoras y con labia. Capaces de pasar horas enteras escuchando, muriéndose de risa, consolando. Arquitectas de sueños, hacedoras de planes, ingenieras de la cocina, cantautoras de canciones de cuna.
Cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor de "un fuego", nacen fuerzas, crecen magias, arden brasas, que gozan, festejan, curan, recomponen, inventan, crean, unen, desunen, entierran, dan vida, rezongan, se conduelen.
Ese fuego puede ser la mesa de un bar, las idas para afuera en vacaciones, el patio de un colegio, el galpón donde jugábamos en la infancia, el living de una casa, el corredor de una facultad, un mate en el parque, la señal de alarma de que alguna nos necesita o ese tesoro incalculable que son las quedadas a dormir en la casa de las otras.
Las de adolescentes después de un baile, o para preparar un exámen, o para cerrar una noche de cine.
Las de "veníte el sábado" porque no hay nada mejor que hacer en el mundo que escuchar música, y hablar, hablar y hablar hasta cansarse. Las de adultas, a veces para asilar en nuestras almas a una con desesperanza en los ojos, y entonces nos desdoblamos en abrazos, en mimos, en palabras, para recordarle que siempre hay un mañana. A veces para compartir, departir, construir, sin excusas, solo por las meras ganas.
El futuro en un tiempo no existía. Cualquiera mayor de 25 era de una vejez no imaginada...y sin embargo...detrás de cada una de nosotras, nuestros ojos.
Cambiamos. Crecimos. Nos dolimos. Parimos hijos. Enterramos muertos. Amamos. Fuimos y somos amadas. Dejamos y nos dejaron. Nos enojamos para toda la vida, para descubrir que toda la vida es mucho y no valía la pena. Cuidamos y en el mejor de los casos nos dejamos cuidar.
Nos casamos, nos juntamos, nos divorciamos. O no.
Creímos morirnos muchas veces, y encontramos en algún lugar la fuerza de seguir.
Bailamos con un hombre, pero la danza más lograda la hicimos para nuestros hijos al enseñarles a caminar.
Pasamos noches en blanco, noches en negro, noches en rojo, noches de luz y de sombras.
Noches de miles de estrellas y noches desangeladas.
Hicimos el amor, y cuando correspondió, también la guerra.
Nos entregamos. Nos protegimos. Fuimos heridas e inevitablemente, herimos.
Entonces...los cuerpos dieron cuenta de esas lides, pero todas mantuvimos intacta la mirada.
La que nos define, la que nos hace saber que ahí estamos, que seguimos estando y nunca dejamos de estar.
Porque juntas construimos nuestros propios cimientos, en tiempos donde nuestro edificio recién se empezaba a erigir.
Somos más sabias, más hermosas, más completas, más plenas, más dulces, más risueñas y por suerte, de alguna manera, más salvajes.
Y en aquel tiempo también lo éramos, sólo que no lo sabíamos.
Hoy somos todas espejos de las unas, y al vernos reflejadas en esta danza cotidiana, me emociono.
Porque cuando las cabezas de las mujeres se juntan alrededor "del fuego" que deciden avivar con su presencia, hay fiesta, hay aquelarre, misterio, tormenta, centellas y armonía.
Como siempre. Como nunca. Como toda la vida.
Para todas las brasas de mi vida, las que arden desde hace tanto, y las que recién se suman al fogón. Texto de Simone Seija Peseyro