DE QUE HABLAMOS CUANDO HABLAMOS DE ESPIRITUALIDAD
En estos momentos en dónde la aceleración gana cada vez más jugadores del “haber quién llega antes, quién lo hace más rápido, quién está primero, quién gana el puesto, quién accede a…”. En estos tiempos de falta de buenos ejemplos de familia, de instituciones, de amigos, de compañeros, de guías, maestros, líderes, políticos y de distinto tipo de asociaciones; es momento de despertar de una vez y salir a la vida a andar. Cuando se menciona la palabra Espiritualidad muchas personas creen que se menciona un término vacío de contenidos, otras creen que es mala palabra, otras no hacen caso porque sostienen que es una moda, otras personas la escuchan con desconfianza y distancia; y otras en cambio, por suerte cada vez más, la interpretan desde “algo” dentro de ellas, la oyen con el sentido físico de la audición pero también y más profundamente con el alma, la toman como si fuera una masa arcillosa que hay que moldear y hasta estudiar. ¿Que es la Espiritualidad? La espiritualidad es un estado de la persona, del Ser. Es modo de estar en el mundo. Es una práctica. Es un modo de pensar, sentir y actuar. La espiritualidad abarca todo de todos y nos permite ser individuos libres y auténticos interconectados entre sí, solidarios, participativos y comunicados. Desde mi desempeño como Facilitadora de procesos Espirituales llevo las nuevas ideas que se están abriendo en este milenio. Nada de hoy es igual a ayer. Todo es distinto. Lo maravilloso de esta nueva “religión espiritual personal” es justamente que se tiende a ayudar a que cada persona re-cuerde, re-cupere, re-pare, re-ordene y se re-encuentre. El prefijo “re” de todos los verbos anteriores está puesto como lo más importante de la palabra y de la imagen que devuelve ya que en esta nueva apertura de conciencias la misión que tenemos los que guiamos y acompañamos es la de ser un nexo momentáneo entre la persona y su Ser hasta que ella misma logre dar otra vez con su porción espiritual más elevada.
Todos los habitantes de este maravilloso planeta llamado Tierra, como sinónimo de Madre contenedora y amorosa, somos luminosos y poseemos Dones o Distinciones que hemos traído en nuestro equipaje personal para obtener en el trayecto lo que hemos venido a encontrar y paralelamente a dar como servicio.
Todas las misiones son distintas porque tienen que ver con la persona que deben llevarlas a cabo. Todos somos seres humanos diferentes porque somos absolutamente únicos e irrepetibles. Cada uno de nosotros es un alma en proceso evolutivo, en situación de aprendizaje constante y puestos a prueba a cada paso. La vida es una gran y maravillosa escuela del arte de la espiritualidad. No hay nada de raro ni de inalcanzable en esto que pronuncio: “todos sin excepción, pertenezcamos a la posición social, cultural, religión que heredamos o elegimos; tengamos el color de piel que tengamos, las virtudes y los defectos, los éxitos y los fracasos… todos, todos, todos SOMOS SERES ESPIRITUALES, TENEMOS DONES A DESARROLLAR Y ABUNDANCIA QUE MANIFESTAR.
Por el bien y la evolución de todos desde esta apertura de información y conocimientos, pedimos que cada uno en sus corazones busque la Verdad y la manera en la que desea desplegar sus alas. Porque si todos y cada uno de nosotros es verdaderamente quién vino a Ser, la vida estará completa y a nadie le faltará nada. Seamos responsables y serviciales. Seamos quienes debemos Ser desde el fondo de nuestra alma. Conectémonos con lo profundo y verdadero. Gracias, gracias, gracias.
Lic. MA. PAULA MÁXIMO
No hay comentarios:
Publicar un comentario